Las huellas dactilares de los arrestados serán ahora cotejadas simultáneamente con la base de datos del FBI y el equivalente biométrico del Departamento de Seguridad Nacional.
Las autoridades revisarán a partir del jueves el estatus migratorio de todos los detenidos que ingresen a las cárceles del condado de Los Angeles, anunció la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas.
Las huellas dactilares de los arrestados serán ahora cotejadas simultáneamente con la base de datos del FBI y el equivalente biométrico del Departamento de Seguridad Nacional, explicaron las autoridades en un comunicado. Antes, las huellas dactilares eran cotejadas con el sistema biométrico del Departamento de Justicia mantenido por el FBI.
A partir de ahora, si un arrestado aparece en el sistema biométrico del Departamento de Seguridad Nacional, la información será automáticamente enviada a inmigración, que tomará las medidas apropiadas luego que el arrestado salga de la cárcel.
Se dará prioridad a aquellos con antecedentes penales por drogas, asesinatos, violaciones sexuales, robos y secuestros, indicaron las autoridades.
Este es otro recurso para identificar mejor a los arrestados por delitos graves, apuntó en un comunicado Lee Baca, alguacil del condado de Los Angeles. Ayudará a mantener nuestras calles más seguras, especialmente libres de delincuentes serios que siguen reingresando ilegalmente a nuestro país.
La medida, desarrollada por el Departamento de Justicia y Seguridad Nacional, es parte de la iniciativa conocida como Comunidades Seguras. Es administrada por la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), parte de Seguridad Nacional, y hace posible que la ICE determine si un arrestado es indocumentado y tome medidas apropiadas para deportarlo.
Esta tecnología ya está disponible para más de 40 agencias del orden estatales y locales en el condado de Los Angeles. El programa ya ha sido implementado en 78 condados, incluyendo Ventura y San Diego, y se espera que esté funcionando en todo el país para el 2013.
La cooperación entre el alguacil del condado de Los Angeles y la ICE totalizó 9.200 referidos a inmigración tras salir de las cárceles.
A través de Comunidades Seguras y otros programas, la ICE identificó en el año fiscal 2008 a más de 221.000 inmigrantes encarcelados que podrían ser deportados en todo el país.